La operatoria de acciones o bonos es la más conocida y popular. Pero, no es la única, hay otros instrumentos interesantes al que puede acceder el ahorrista minorista
La caución bursátil es un préstamo de corto plazo (de 1 a 120 días) y que está garantizado por el mercado, un instrumento que se asemeja al plazo fijo, y es una alternativa para aquellos que buscan inversiones conservadoras, sin estar sujetos a la volatilidad de otro tipo de operaciones.
Sin embargo, a diferencia del plazo fijo, en la caución bursátil no se le presta dinero a un banco, si no a otro inversor, que deja títulos que tenga en su cartera como garantía de pago. Por lo tanto, existen dos partes involucradas: el colocador y el tomador. El colocador es quien aporta el efectivo y al término del período establecido recibe el capital más los intereses correspondientes. Por su parte, el tomador, recibe los fondos dejando títulos en el mercado como garantía de repago.
Cuando vence la caución, el colocador recibe los intereses y el capital pactados, mientras que el tomador devuelve el préstamo más sus intereses y recupera sus activos. Ahora bien, ¿Cómo se determinan qué activos y en qué cantidad el tomador deja en garantía? A través de un aforo que establece el mercado, y prácticamente es un porcentaje que fija el límite de fondos que puede obtener el tomador a cambio de los títulos que entregó.
Básicamente, esto significa que si un inversor tiene $1.000.000 en acciones y no quiere venderlas, pero necesita dinero, puede tomar una caución dejando en garantía esos papeles.
Sin embargo, no es necesario que deje el 100% de esas acciones en garantía. El aforo es un porcentaje que el mercado determina según cada instrumento en particular. Supongamos que para esas acciones, es del 80%, entonces el inversor va a tomar caución en el mercado por hasta $800.000, y deja la cantidad de acciones equivalentes a ese valor en garantía, es decir, no va a poder tocarlas hasta que haya devuelto el dinero que tomó en caución.
Las cauciones pueden hacerse sobre títulos públicos (bonos y letras) locales y extranjeros (US TBills y TNotes), y sobre títulos privados (acciones y cedears) e incluso cuotapartes de fondos comunes de inversión (FCI).
Es importante destacar que la garantía para la caución no implica cambio de propiedad de los títulos, sino su inmovilización por un tiempo determinado. Si durante la vigencia de la caución el título realiza pagos de dividendos u otros conceptos, el dueño original será quien goce de estos beneficios.
¿Cuáles son las ventajas para el colocador?
El corto plazo. Se pueden realizar cauciones de, como mínimo, 24 horas, es decir, que si tenemos dinero inmovilizado por uno o 2 días podríamos caucionarlo recibiendo un pequeño interés por él.
La rentabilidad, las cauciones tienen una tasa similar a la de las colocaciones de pesos a plazo fijo.
Bajo riesgo, el mercado garantiza las operaciones utilizando el aforo.
Y para el tomador son:
Recibir un préstamo a corto plazo y a tasas de interés muy bajas respecto a otras alternativas.
Agilidad: la operación se realiza en forma inmediata y únicamente se le exige al tomador que deje sus títulos en garantía.
Ahora bien ¿Cómo se determina la tasa a la cual caucionar? Surge de la oferta y demanda, por tanto varían de manera constante, dependiendo de los plazos operados y de las condiciones de liquidez.
La oferta viene desde el lado del tomador de fondos, quien define cuál es la tasa máxima que está dispuesto a pagar, mientras que el colocador de fondos marca la tasa mínima que está dispuesto a recibir. Cuando se llega al punto de equilibrio, el de coincidencia, se ejecuta la operación.
La oferta viene desde el lado del tomador de fondos, quien define cuál es la tasa máxima que está dispuesto a pagar, y el colocador la mínima a recibir
Por lo general, esas tasas se van a mantener cercanas a la tasa de interés de un plazo fijo, ya que es la referencia que utilizan los inversores.
Así, en este fin de semana largo, donde se parte del feriado del viernes y se extiende hasta el lunes, se presentó la posibilidad para quienes preveían contar con excedente de pesos en ese período surgió la posibilidad de hacer una operación por 5 días -desde el jueves al martes- para obtener una tasa de interés por ese corto plazo.
Actualmente, la tasa de las cauciones está cercana al 62% anual. Una caución de $100.000 a 5 días, genera una renta de aproximadamente $850. Nada mal, para un monto que no prometía rendimiento en un período sin actividad bancaria ni bursátil.
Otros beneficios
Las cauciones son también una excelente alternativa para los pesos transaccionales, por ejemplo, si se cobra el sueldo el primer día hábil del mes, pero se prevé pagar el saldo de la tarjeta de crédito, alquiler u otros gastos el día 10, se puede aprovechar esos días de los fondos sin uso medio para caucionar el dinero y generar una pequeña renta.
En un contexto macroeconómico complicado, cada pequeña posibilidad de obtener un rendimiento de los pesos inmovilizados se vuelve sumamente importante para no perder el valor del dinero y hacerle frente a la inflación.